lunes, 29 de octubre de 2012

EL GENOCIDA HARGUINDEGUY, SABIA Y MUCHO

En abril pasado la Justicia federal de San Martín había ordenado los allanamientos de los domicilios de Videla, Harguindeguy y del ex general Omar Santiago Riveros, jefe de Institutos Militares de Campo de Mayo, y los funcionarios judiciales que intervinieron, consultados en su momento por este diario, consideraron que el material secuestrado podía ser de mucha utilidad para avanzar en los juicios por delitos de lesa humanidad pendientes.

"De la lectura de los documentos secuestrados en la casa de Harguindeguy se colige -decía Página/12 en aquella oportunidad- que era el brazo político del gabinete: eso estaría indicando el llamado “Informe de cumplimiento de gestión 1979 y el plan de acción 1980”, cuyo interés estaría en que no sólo contendría un programa político militar a futuro sino los resultados y, por lo tanto, datos del año concluido. Otra de las señales que refuerzan esa interpretación es una carpeta titulada: “Secreto. Pautas de la Junta Militar al Poder Ejecutivo Nacional (PEN) para el ejercicio de la acción de gobierno 1981-1984”. Pero son los datos de 1980 los que a uno de los fiscales de las causas le parecen más llamativos: podrían aportar información sobre la ofensiva militar desatada a partir de la captura a los militantes de Montoneros que habían reingresado al país en la llamada Contraofensiva. En el caso de Riveros, unos de los datos más llamativos son los documentos que acopió sobre Malvinas y el llamado 'Caso Grosby'".


"Las razones de los pedidos de allanamientos aún no se conocen -continuaba la nota firmada por Alejandra Dandanel 29 de abril- pero es posible, de acuerdo a lo afirmado por uno de los investigadores, que se hayan ordenado a partir de las declaraciones del dictador Videla en el último libro de Ceferino Reato. En un diálogo con Harguindeguy reproducido en el libro, el represor da cuenta de la existencia de algunos de estos papeles. Harguindeguy le dice a Reato que 'mi problema como ministro del Interior eran los desaparecidos; era el problema más grande que tenía, después estaban las grandes obras energéticas, algunas peleítas entre provincias'. Harguindeguy cuenta que había hecho sus listas. Cuando Reato le preguntó qué pasó con esas listas, el exministro respondió que 'todo eso fue quemado por orden de Bignone'. Pero confiesa que 'yo me había traído acá una carpeta chiquitita que tiene quince cartas, quince notas', con contestaciones importantes de los gobernadores, de algún embajador, del propio presidente y demás. 'Después no tengo ninguna otra cosa. Tengo sí un recibo que le di a (Jacobo) Timerman.' Pero Reato volvió a preguntarle: ¿Y lo que tiene acá es importante? 'Y sí –dice el represor–, pero no es de actualidad'".

PAGINA 12

GB

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