lunes, 8 de octubre de 2012

CHAVEZ, CRISTINA, LA OPO.

“Has levantado la cosecha”
“Tu victoria también es la nuestra. La de América del Sur y el Caribe. ¡Fuerza Hugo! ¡Fuerza Venezuela! ¡Fuerza Mercosur y Unasur!”, destacó anoche la presidenta Cristina Fernández ante la reelección de Hugo Chávez. A través de su cuenta en la red social Twitter, CFK contó que, con “mucha emoción”, habló con Chávez para felicitarlo por su triunfo. Las elecciones venezolanas atravesaron el escenario político argentino: mientras el kirchnerismo celebró el triunfo chavista, un grupo de dirigentes de la oposición, encabezado por el macrismo, viajó para apoyar al finalmente derrotado Henrique Capriles.

“Felicitaciones al pueblo venezolano por la ejemplar jornada democrática. Por la alegría y por la paz. El amor es más fuerte que el odio”, fue el primer mensaje de la Presidenta, apenas pasadas las 23.30 del domingo. “Acabo de hablar con el presidente Chávez, mucha emoción”, fue el segundo, minutos después. Y luego añadió una idea desarrollada en dos tweets: “Hugo, siempre cuentas las palabras del Bolívar solitario del exilio, cuando decía: ‘Siento que he arado en el mar’. Hugo, hoy quiero decirte que has arado en la tierra, la has sembrado, la has regado y hoy has levantado la cosecha”.

Los dirigentes opositores que viajaron a Venezuela mantuvieron hasta avanzada la jornada la ilusión de un Capriles ganador, incluso difundiendo una posible derrota de Chávez según supuestos datos de boca de urna. “Acompañando a Capriles, una esperanza de libertades personales y poder democrático”, twiteó el diputado macrista Federico Pinedo por la tarde, resaltando las virtudes que ven en el candidato opositor y contrastando con la idea de un Chávez poco democrático. La diputada Patricia Bullrich lanzó un “vamos Majunche”, como le dicen a Capriles, y colgó videos con testimonios de seguidores del candidato opositor a punto de votar.

En el último mes las elecciones venezolanas pasaron al primer lugar de la agenda política argentina, fundamentalmente para la oposición, que fue preparando el terreno en el que se comenzó a calificar al gobierno de Cristina Fernández como “chavista”. La jugada de máxima era pegarse a una victoria de Capriles para emparentarlo con las próximas elecciones legislativas locales. Pero las encuestas empezaron a mejorar para Chávez y se bajó el tono. A pesar de ello, referentes de la oposición viajaron a reunirse con el candidato que reunió a 25 partidos, algo que intenta replicar en la Argentina para enfrentar en las urnas al kirchnerismo en las elecciones del año próximo.

Antes de que se conocieran datos oficiales, Patricia Bullrich señaló que tenía “encuestas de boca de urna que lo dan ganador a Capriles”. “Es una irresponsabilidad y una falta de respeto al pueblo venezolano”, le contestó Francisco “Barba” Gutiérrez, intendente de Quilmes y veedor internacional por la Unasur del proceso electoral venezolano. “Las encuestas de boca de urna están expresamente prohibidas por la ley electoral venezolana, así que es poco serio hablar en base a datos de dudosa procedencia”, sostuvo. El también secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica de Quilmes agregó que “la democracia en Venezuela se ha consolidado y es un ejemplo para América latina y el Caribe”.

“Yo encuentro similitudes entre las administraciones del kirchnerismo y el chavismo”, destacó la diputada y dirigente del macrismo Gabriela Michetti y agregó que el caso de Venezuela era “mucho más hegemónico y concentrador de poder. Pero en Argentina estamos en ese camino”. Michetti viajó junto a Pinedo, Bullrich, Eduardo Amadeo, del Peronismo Federal, y Oscar Aguad, del radicalismo.

El diputado del Frente para la Victoria Guillermo Carmona valoró la figura de Chávez: “Ha sido un actor muy importante en el transcurso del proceso de integración, fundamentalmente en la Unasur, y clave en el proceso del Mercosur”. Carmona viajó a Venezuela junto a un grupo de diputados del FpV para presenciar las elecciones.

El gobernador Daniel Scioli fue el único que desentonó en el oficialismo que renovó su lazo con Chávez, al llamar a Capriles el sábado para darle su apoyo. Desde el sabbatellista Nuevo Encuentro, el diputado Adrián Grana salió al cruce del gobernador, al afirmar que “en sus declaraciones devela su verdadera ideología conservadora y de derecha”, y apuntó además que “se identifica con aquellas expresiones políticas que van a contramano del pensamiento nacional y popular”.


El triunfo de un beisbolista frustrado

Por Julián Varsavsky

Desde Caracas

Si su salud lo permite, Hugo Chávez habrá gobernado Venezuela por veinte años. Desde su sueño de ser beisbolista en un pueblito en los llanos hasta ser un líder mundial, un recorrido por la evolución de quien ha cambiado desde los cimientos la política y la economía de su país.

Si un flaquito extrovertido de rasgos aindiados y pelo negro no hubiera conectado tres buenos batazos en un partido de béisbol en septiembre de 1971, quizá la historia política de Venezuela nunca se hubiera salido de sus carriles normales. El bateador era Hugo Chávez –cuya especialidad no era por cierto el bateo sino el lanzamiento– y el partido era un examen deportivo para ingresar a la Academia Militar de Venezuela. Ese día Hugo Chávez no podía –en teoría– ser aceptado en la academia porque debía Química de 5º año del bachillerato. La única excepción posible era que sus habilidades deportivas sirvieran para reforzar el equipo de su regimiento. Y no es casualidad que le haya ido bien, porque el verdadero sueño de Hugo Chávez era ser como su ídolo, el “Látigo Chávez”, un lanzador de béisbol que llegó a jugar en las Grandes Ligas norteamericanas, quien murió a los 23 años en un accidente de aviación. Hugo Chávez debió torcer su vocación de beisbolista –urgido por la necesidad económica– para ingresar al ejército. Y fue tal su congoja que años después fue hasta la tumba del mismo Látigo Chávez a pedirle perdón por no haber sido beisbolista, según cuenta el periodista Modesto Emilio Guerrero en su biografía, Quién inventó a Hugo Chávez.

Durante su carrera militar –cuenta Guerrero– Chávez, “casi siempre violó los reglamentos militares: por respondón; por comer con los soldados siendo oficial; por debatir ideas; por recitarle a los cadetes poemas de Maisanta; por castigar faltas haciendo leer juramentos al Libertador –en lugar de sanciones físicas—; por leer mucho olvidando que era un soldado; por mezclarse demasiado con estudiantes universitarios; por pintar el rostro de Bolívar en algunos destacamentos sin permiso de los superiores; por vivir hablando de Bolívar y arengar a la tropa como si fuera un político, y por hacer una vida social y cultural tan pública y libre que no parecía hecha por un militar sino por un militante”.

En la década del ’70 –mientras Chávez ascendía como paracaidista– una parte de la generación politizada tomaba las armas en Venezuela, inspirada en la Revolución Cubana. Mientras tanto, Hugo Chávez –quien ha contado que estuvo a punto de cambiarse de bando e internarse en la selva con los guerrilleros– optó por una estrategia distinta: hacer una paciente construcción política secreta y conspirativa dentro del ejército, que liderara una insurrección armada que luego sería acompañada por las masas del pueblo, algo que a la larga terminó ocurriendo.

Paradójicamente, a Chávez sus superiores lo enviaron a perseguir a finales de los ’70 a una patrulla perdida de guerrilleros en retirada. En cierta ocasión encontró un auto que pertenecía a sus perseguidos y en el baúl había un montón de libros marxistas. Lector voraz como dice ser, los leyó y descubrió que estaba de acuerdo con la mayor parte de lo que leía.

Con su cuarta victoria presidencial –al año de asumir, con la nueva constitución se debió votar otra vez– más un plebiscito revocatorio a su favor, Hugo Chávez se ha convertido en uno de los políticos más exitosos de Latinoamérica. Y el único entre decenas de presidentes americanos que dio vuelta un golpe de Estado. Los opositores –que estaban convencidos de ganar, a pesar de lo que decían las encuestas– han quedado descolocados ante los resultados y se pelean otra vez con la realidad. “Ese tipo hipnotiza a las masas... convence hasta a las piedras... creó un sistema asistencialista que ata a la gente a votarlo... la gente lo vota por miedo... porque son ignorantes... gana por fraude”, son algunas de las explicaciones de un centroderecha que necesita sentarse a reflexionar por qué gana Hugo Chávez.

08/10/12 Página|12

1 comentario:

  1. Que pagina más nazi esta. Dan asco... Que izquierda nazi que hay en argentina, son unas lacras.

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